
“El factor Latte” es un término popularizado por el escritor David Banch que se refiere a esos pequeños gastos que hacemos todos los días y que sumados supondrían un gran ahorro. Hay muchos artículos escritos al respecto que básicamente dicen que si ahorras esos gastos pequeños diarios y los inviertes hasta tu vejez, podrías acabar siendo millonario.
Imaginemos que tu factor latte es un café latte del Starbucks que cuesta 4€. Si guardas esos 4€ debajo tu colchón durante 40 años tendrías 4€ cuándo cumples 65 años. Pero si invertieras esos 4€ en una inversión con un interés de 5% durante 40 años tendrías unos €28.16.
Si haces lo mismo con cada uno de los cafés latte que te tomas a diario, este ahorro te garantizaría una jubilación que en función de la calidad de la inversión y la subida de precios del café, variaría desde 100.000€ hasta cerca de un millón de euros.
Por internet tenéis muchas calculadoras que os permitirán hacer los cálculos.
Claro, que la clave es que ese dinero ahorrado se invierta en la jubilación, de nada vale dejar de tomar cafés si lo ahorrado nos lo gastamos en una tele.
Cada uno tiene su factor latte particular, quizás no tan exagerado como este. Puede ser el tabaco, o ir al cine los Viernes o cenar fuera los Sábados o consumir una marca en vez de otra. Seguro que los fumadores que me estén leyendo, alguna vez en su vida han hecho la cuenta de cuánto dinero podrían ahorrarse si dejasen ese vicio (ya os hago yo la cuenta, 1 paquete al día durante 30 años, invertido al 4% son 75.000€).
Son, en definitiva, esos pequeños caprichos que nos hacen felices. Como dice un amigo mío, cuándo pedimos un buen vino para cenar (palabras textuales) “Para algo trabajamos como cabrones el resto de la semana“. Claro, mi amigo es dentista y no le gusta precisamente el Don Simón….
¿Merece la pena quitarse de esos placeres diarios/semanales por tener una jubiliación mejor? ¿No podría llegar a convertirse el ahorro en un castigo?
Nos encontramos ante lo que desde aquí bautizo, y veremos en los libros de historia económica, el dilema “latte”. ¿Hasta que punto necesitamos sentirnos recompensados todos los días para seguir motivados? ¿En que punto el ahorro puede convertirse en contraproducente?
Quizás la solución no sea ahorrar en los pequeños gastos diarios, más bien debamos hacerlo en los grandes gastos. Un ahorro de 500€ se logra tanto dejando de comprar 100 veces algo de 5€ como dejando de comprar una vez algo de 500€. Por tanto nuestro esfuerzo debería emplearse en los gastos grande, por ejemplo, analizar bien la vivienda que necesitamos o el coche que queremos, puede parece mentira pero un café diario (o tu factor latte) puede volvernos más felices y hacer más bien por nuestro estado de ánimo que una habitación más en tu casa.
Hay múltiples maneras de mantener el estilo de vida sin eliminar esas pequeñas recompensas que tan buenos momentos nos da. Ojo, estoy hablando siempre y cuando tengamos unas finanzas saneadas ya que no hay vida de más calidad que aquella que llega a fin de mes.
Escrito por Carlos Lopez (http://www.euribor.com.es/2010/07/21/el-dilema-latte/)
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